Vamos a suponer que el adjunto al Ministro de Exteriores marroquí viajó a Madrid en visita privada (que no es lo mismo que secreta) para conocer al próximo ministro de exteriores español. O en visita oficial al sol que sale en lugar de al que se pone. Vamos a suponerlo, porque si no, no hay caso.
Para empezar, no sería tan secreta cuando ni viaja de incógnito, ni viaja en un avión camuflado, sino que lo hace en un avión de las fuerzas aéreas marroquíes (¡anda que no canta!) que aterriza en una base militar española.
De ahí pasa a sugerir que puede tener relación con el 11-M (7 días antes) en lugar de con el 14-M (cuatro días antes, y que a Marruecos le interesa de todas todas).
Desbarra más asumiendo que "tenía Moratinos que tratar o negociar con tanta urgencia", cuando, para empezar, a mí no me parece tan raro que el ministro marroquí manifieste interés en conocer al próximo ministro de un país vecino, de un partido distinto al que tuvo sus más y sus menos con su gobierno y mande un emisario; y para seguir, digo yo que si el marroquí se desplaza, en todo caso será él el que tenga interés, y no Moratinos.
Su imaginación al galope... Ya sugiere que se celebraron otras conversaciones, (que puede) que había más gente (seguro) que se habló sobre la investigación del 11-M (que puede) y termina relacionándolo todo con la "gestación de la versión oficial" y la versión falsa de Leganés (admitida sin paliativos en la Sentencia de Gómez bermúdez) sin ninguna prueba, sin ningún indicio, sin nada de nada de nada de nada.
Sólo con una información (de la que no da ninguna fuente) de que un ministerio marroquí, con el que tenemos una larga lista de conflictos pendientes, quiere ver cómo cojea el Gobierno entrante, hemos desmoronado la VO por 5743289976554ª vez.