Así es, la singularidad de nuestra transición es que fue consensuada por la casi totalidad de los representantes sociales de aquel momento. Las revoluciones son muy vistosas y coloridas cuando no sangrientas y traumáticas, con resultados que dejan vencedores, vencidos y por lo general una inquietante tutela de los llamados guardianes de la revolución. Por una vez en España se consiguió un acuerdo sobre las cosas importantes sin pegar un solo tiro ni liarnos a porrazos unos con otros. Los resultados están ahí para poder ser juzgados, para unos (entre los que me encuentro) fueron extraordinarios y para otros muy malo.
Saludos