No es Photoshop, sino sangre
Las aguas que se ven en esta instantánea están teñidas de rojo sin necesidad de retoques fotográficos. Se trata de un dramático y encarnado tono, fruto de la sangre de los delfines que los pescadores de la localidad japonesa de Taiji han capturado al comienzo de la temporada, que ha tenido su arranque este miércoles. Taiji, en la provincia de Wakayama, vive desde hace siglos vinculada con la caza de delfines, una actividad que los pescadores locales consideran una tradición centenaria y parte de su cultura pesquera, ya que la zona no es apta para el cultivo de arroz.