No alcanzo a comprenderlo, pero hasta ahora no habíamos reparado en el terrorífico uniforme que lucirá el equipo olímpico español en Londres este verano. La noticia es de noviembre, pero hasta ayer no se diseccionó convenientemente. Una vez vista esta foto,
ahora entiendo por qué no se ha filtrado hasta ahora este delito (imputable, a mi juicio) estético. Sobran las palabras y tampoco tengo tiempo de escribir mucho porque estoy de cierre hoy en La Otra Crónica, pero no podía dejar de mostraros esto. Cuidado, puede herir sensibilidades.
Leo esta mañana un magnífico post de mi compañera internauta Di por Dior para la web Trendencias en el que analiza el crimen en cuestión. Si ya es difícil diseñar un chándal decente, los artífices de nuestra equipación olímpica parecen querer gastarnos una broma pesada. Vestirnos de losers, más que de champions, claro. Que por algo son rusos (una marca llamada Bosco di Ciliegi) y también compiten. Qué listos. España tiene el único comité olímpico, por supuesto, que no le ha encargado en esta ocasión a un diseñador nacional este trabajo que, ¡pero si contribuye a proyectar la moda nacional! Nadie ha reparado en ese pequeño detalle. Si se lo hubieran encargado a Amancio Ortega hubiera dicho que sí. Y más desde que su yerno tiene pinta de ser jinete olímpico. Espero ansiosa las declaraciones de Modesto Lomba. Por cierto, me dice un lector que, desgraciadamente para todos, el equipo nacional de hockey sobre hielo ya ha paseado esta indumentaria. Y que, para más inri, Bosco, el nombre de la marca en cuestión, es acrónimo de Beauty of Success. ¿Dónde está la cámara oculta?
Da igual que pongan a nuestros deportistas de bakalaeros o de azafatas de compañía aérea low cost con falda de largura y estampado propio de matrioshka. Confirma Trendencias que Estados Unidos (ver fotos) repite por tercera vez con Ralph Lauren. Italia se viste de Armani excepto sus regatistas, que lo harán de Prada ya que es de sobra conocida la vinculación de la marca con este deporte. Reino Unido, anfitriona de los Juegos y que se venden al mundo como los más ecológicos de la historia, se unen a la diseñadora eco por definición: Stella McCartney.
El COE, organización valiente y orgullosa de su proeza, define así el uniforme a través de esta
megaproducción de moda con maniquís propias de un chino de saldo o de los antiguo almacenes bizarros Sepu de la Gran Vía madrileña. "Los chicos vestirán para el desfile un conjunto de chaqueta roja y pantalón azul, utilizando los colores de la ropa de juego de muchas de las selecciones nacionales. Las féminas llevarán una camisa amarilla y falda roja. El chándal de paseo será íntegramente rojo con motivos amarillos en el cuello, puños y lateral del pantalón". Lo grave también es que desde que se aprobó esta equipación (en noviembre) hasta hoy sólo los medios deportivos pusilánimes con el COI (donde trabajó Urdangarin, no hace falta añadir más) se han percatado de esta desgracia. Mi teoría es que el COE publicó la foto a un tamaño muy pequeño y nadie se fijó en los rigurosos y espantosos detalles de la indumentaria oficial. Ahora cuando nuestros deportistas den el paseíllo por Londres este junio en la inauguración de los JJOO, la infanta Elena llorará de tristeza y no de emoción, tal y como hizo cuando vio a su hermano desfilar en Barcelona'92 y se enteró además de que su hermana había encontrado marido.
Bravo. Otra oportunidad perdida para promocionar la moda española. Mientras tanto, la creadora cibelina Alma Aguilar acaba de cerrar en la milla de oro. Es la última de Filipinas por el momento.