Hay que ser GILIPOLLAS para legislar contra el castellano en España e imbécil para aceptarlo .

Y el que se sienta ofendido por lo anterior, además de lo de arriba, es un fascista .

Y no insulto, describo hechos .No tengo yo la culpa de que su cortedad mental no le dé para verlo y si lo ve y le parece bien, se está definiendo como un fascista .

Saludos .