El Mundo 19 de diciembre de 2008
Saber catalán será obligatorio para lograr el arraigo en Cataluña
El tripartito aprueba hoy con apoyo de CiU el Pacto Nacional de Inmigración, que establece la lengua cooficial como la única exigible a los inmigrantes
CRISTINA RUBIO
BARCELONA.- El catalán es el protagonista indiscutible del nuevo Pacto Nacional para la Inmigración que aprobará hoy el tripartito con el apoyo de CiU. El texto incluye que todos los inmigrantes con al menos tres años de residencia en Cataluña deberán hablar y entender el catalán para poder acreditar su arraigo social. Paso previo e indispensable de cara a su regularización definitiva.
El texto va más allá en materia de política lingüística al establecer que la «lengua vehicular» de acogida sea el catalán. De este modo,
la Generalitat deberá asegurar, «en primer lugar», el aprendizaje de la lengua catalana. En cambio, el castellano queda relegado a un segundo plano, por lo que la Administración garantizará la enseñanza de este idioma
siempre que el recién llegado lo solicite.
Para justificar este punto, el secretario de Inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós, aseguró ayer que «si se empieza por el catalán, después el inmigrante siempre aprende el castellano. En cambio, si el catalán se deja para más tarde, no se aprende». Una medida que ha levantado ampollas entre la oposición catalana hasta el punto de que el PP y Ciutadans se han desmarcado del acuerdo.
En la práctica, el despliegue efectivo de la norma implicará que
los técnicos municipales deberán valorar si los inmigrantes tienen conocimientos básicos del catalán. O, lo que es lo mismo, si se pueden comunicar mediante la nueva «lengua vehicular». Este requisito es básico para conseguir una estancia reglamentaria en Cataluña. De hecho, el arraigo social es una de las piedras angulares de la regularización definitiva de los inmigrantes que lleven más de tres años de estancia en Cataluña. Además de dicho documento, los extranjeros deben presentar un contrato laboral vigente o acreditar una relación personal con una persona autóctona y no tener antecedentes penales.
En materia lingüística, si los recién llegados no han alcanzado el nivel exigido, deberán acudir al Servicio de Acogida para empezar cursos de catalán. Sin embargo, la Generalitat no está preparada para soportar la gran afluencia de inmigrantes. De hecho, la consejera de Acción Social y Ciudadanía, Carme Capdevila, salió al paso del conflicto al asegurar que las 68.000 plazas actuales de cursos de catalán para adultos se convertirán en 129.000 en 2011, de forma que el Gobierno catalán doblará el cupo de clases para hacer hueco a los inmigrantes.