Yo desde luego, si fuese un médico trabajando en Cataluña estaría bastante fastidiado (pero fastidiado con j) por la mordida de un 50% en mi paga extra del próximo mes de diciembre, por la pérdida masiva de puestos de trabajo, por el cierre de ambulatorios, por el desmantelamiento de alas enteras de hospitales, por el despido de compañeros y por la próxima bajada de suelo que se avecina.

Pero, eso sí, me consolaría pensando que gracias a lo que me van a robar, ni una sola de las embajadas de Cataluña que pueblan el mundo tendrá que cerrar, ni un solo euro de los destinados a marginar y criminalizar el español en las esc... quiero decir, a la inmersión linguística, tendrá que ser destinado a menudencias como la salud pública.

Ver a Montilla y Chaves hablar en catalán (mal, ok, pero no mucho peor de lo que hablan el español) en el Senado bien merece esos esfuerzos y los que sean necesarios.

¡País!