El problema del colapso de la pública está en que se usan recursos de la pública para las privadas. Toma el doble sainete... en un mismo hospital pueden ir a parar enfermos de mútua y de SS, hay médicos con doble consulta, y un sinfín de errores y malos vicios en su gestión ¿Pero qué cojones es esto? O eres público o eres privado.
Si se destinaran los recursos necesarios en la pública, no habría colapso, no habría listas de esperas... pero claro... no interesa, se les acabó el negociete a las mútuas. Esas mismas mútuas muchas veces regentadas por los mismos que están ejerciendo cargos públicos, con DUPLICIDAD, cosa que ya me parece éticamente reprobable. Os puedo contar un caso cercano, pero no quiero aburriros. Ahí radica el problema de la Sanidad pública, en la CORRUPCIÓN del sistema político que permite estas atrocidades llamadas "gestión privada de los recursos públicos"... ¿pero qué mierda es esa?
La revista Café amb Llet ha levantado casos escandalosos de corruptela en la Sanidad Catalana, casos gravísimos. Un regidor de la CUP en Reus levantó una trama de corrupción que ha puesto en jaque a la misma CiU... ah, de eso no se habla... estamos hablando de desvío de dinero público a empresas privadas... ¿es ese el modelo de "gestión privada" que queremos? ¿por qué de repente los hospitales externalizan servicios de cocina o limpieza? ¿A quién destinan esos contratos? Ese el el agujero de la Sanidad Pública, y no una "situación heredada" y un déficit público desbordado. Recursos hay, dinero hay, pero mal gestionado y usado para otros fines.
La sanidad pública, bien gestionada, no es insostenible, eso es FALSO, es cara, sí, pero no insostenible. A ver si dejamos ya de repetir lo que nos inculcan y nos ponemos a reflexionar un poquito más del porqué de las cosas.
Y faltaría más... el que quiera pagarse su mútua, es digno y respetable, cada cual hace con su dinero lo que quiere. Pero hay unos pilares básicos de una sociedad moderna que no deberían tocarse jamás, Sanidad Universal, Educación de calidad y Servicios Sociales. El dinero de los contribuyentes es SAGRADO y debería ser gestionado y usado con el máximo esmero.
El problema, como siempre, no es del ciudadano de a pie, honrado, trabajador y que paga sus impuestos.