
Iniciado por
Albert Dirac
Yo la verdad es que tengo una mala opinión de este plan.
Principalmente, porque en esta estrategia del "martillo y el baile" que sigue España, y otros países europeos, creo que estamos todavía lejos de que funcione el martillo. En España, y en Italia, y en Francia, tenemos miles de contagios diarios, y centenares de muertos.
Esas condiciones están muy lejos de ser las ideales. Veo la posibilidad de que aumenten esos contagios, y tres semanas después también los muertos, y se quiera dar marcha atrás. Lo que sería realmente casi imposible de gestionar. Las costuras de la sociedad difícilmente lo iban a aguantar, y encima en los meses de verano.
Entiendo perfectamente la necesidad de reactivar la economía. Vamos de cabeza, en todo el mundo pero especialmente en el sur de Europa por nuestra dependencia del turismo y el sector servicios, a un desastre sin precedentes desde hace casi un siglo. Lo que no entiendo es engañar a los ciudadanos, como se hizo en Febrero y Marzo (el tema de las mascarillas es sangrante, con el nefasto señor Simón casi burlándose de los que compraban mascarillas en su momento, y ahora diciendo que son cruciales para reducir el impacto de la epidemia), con el tema. Si la prioridad es la economía, perfecto. Tomemos las medidas que podamos para minimizar los contagios, preparemos los hospitales lo mejor posible para atender a los enfermos graves, y adelante. Pero con transparencia.
Otra opción es aguantar unas semanas más el confinamiento, a ver si el martillo acaba de ganar la partida. Pero eso saltó por los aires el fin de semana pasado.
Y la tercera vía, sería ir a por la economía, pero de forma más agresiva, y aislar a las personas más vulnerables: mayores de 65 años y personas con problemas de salud.
Hemos optado por el baile, partiendo de un martillito. Esperemos que salga bien, a lo mejor el virus ayuda con la llegada del calor, y las horas de sol. A lo mejor, no. Veremos.
Y después el espectáculo de los políticos, pues el esperado. Siguen enredados en sus cuitas y en ganar puntos de la única manera que saben, enfrentamientos y descalificaciones globales, sin aportar nada al debate. Ya para rematarlo todo, las tensiones habituales entre Villarriba y Villabajo, quién es más listo y quién la tiene más gorda.
Siento no poder ser más optimista. Ojalá me equivoque.