Por favor, no os calentéis.

Reoriento el tema donde lo dejó Damepan. En mi opinión, influye mucho la capacidad de poder estudiar libremente con el nivel de vida que existe y eso afectaba a hombres y a mujeres, si bien es cierto que en aquella época (y no hablemos de épocas anteriores), lo raro era ver una mujer con estudios y que su máxima no fuera casarse y esas cosas. Creo que hoy, aunque queda aún por hacer, muchas cosas se han superado.

Hablábamos de los nacidos en 1960 y su posibilidad de poder estudiar, no de los que podían estudiar en 1960, que es distinto. Pero ya que se ha traído ese apunte, podemos ver que, en términos reales, el crecimiento acumulado en España durante el periodo comprendido entre 1960 y 2018 ha sido superior al 530%, muy supeior al aproximadamente 300% de la UE, luego es que hemos vivido un cambio muy importante.

¿La razón? Pues que la autarquía, intervencionismo y antiliberalismo que sugería Falanage unido al aislamiento internacional, no es bueno, ahí están los hechos y que hoy, desgraciadamente, aún vemos casi calcados que ocurre en otros países.

España despega a partir del Plan de Estabilización de 1959 con sus medidas liberlizadoras de la economía y ello propició el cambio social y aparición de una clase media que es la que tira del carro y a la postre, da estabilidad a un país (aún contando con la crisis del 73 que se unió a nuestra Transición democrática haciendo las cosas un poco más difíciles) . Con todo, ese aumento del nivel de vida, esa apertura de miras, propició ese cambio de mentalidad y eso es, yo creo, lo que nos ha conducido a una situación en la que, en términos generales, existen las mismas oportunidades de estudio del hombre y de la mujer.

Ahora, mi experiencia vital me dice que vincular el éxito profesional-laboral a la felicidad o realización personal de uno, es un enorme error, es una de las mayores idioteces que existen y que, desgraciadamente, han calado demasiado y algunos han pagado un precio muy alto por eso, incluyendo su propia vida. Sí, me refiero a más de un amigo mío fallecido infartado o que se ha quedado muy tocado de por vida demasiado joven o a algún profesor que comentaba con lágrimas en los ojos el error que cometió de casi no ver andar a sus hijos por darlo todo por su vida profesional.
Mucho me temo que más de una mujer ha demostrado tener más cerebro en eso que muchos hombres. Y no sólo en eso.