Pongo de nuevo el manifiesto de Mussolini sobre el fascismo.
Es gracioso, si no penoso, que cualquier opinión o interpretación repetida mil veces tenga más valor que el original.
La Doctrina del Fascismo, libro escrito nominalmente por Benito Mussolini, enmarca algunos de los conceptos más importantes del movimiento.
“Aunque el XIX fuera el siglo del socialismo, el liberalismo y la democracia, eso no significa que el siglo XX deba ser también el del socialismo, el liberalismo y la democracia. Las doctrinas políticas pasan; las naciones permanecen. Somos libres de creer que este es el siglo de la autoridad, un siglo que tiende hacia 'el bien', un siglo fascista. Si el XIX fue el siglo del individuo (liberalismo implica individualismo), somos libres de creer que este es el siglo del 'colectivo', y por tanto el siglo del estado.”
“El fascismo se opone por tanto al socialismo, para el que la unidad dentro del Estado (que amalgama clases en una única realidad económica y ética) es desconocida, que no ve en la historia nada más que la lucha de clases. El fascismo se opone igualmente al sindicalismo como un arma de clase. Pero cuando se trae dentro de la órbita del Estado, el fascismo reconoce la necesidad real que hizo surgir al socialismo y al sindicalismo, dándoles su debido peso en el sistema gremial o corporativo en el que los intereses divergentes se coordinan y armonizan en la unidad del Estado.”
“El concepto fascista del Estado lo abarca todo; fuera de él no pueden existir valores humanos o espirituales, mucho menos tener valor. Así entendido, el fascismo es totalitario, y el Estado fascista -una síntesis y una unidad inclusiva de todo valor- interpreta, desarrolla y potencia la vida entera de un pueblo.”