A mi Europa me pilló en plena universidad y me pareció estimulante. Todavía me digo a veces "hay que tomar partido".
En "Rompiendo las olas" nunca entendí y todavía no entiendo por qué mueve la cámara como si la llevase un epiléptico. Un operador de cámara normal , aún llevando la cámara al hombro y corriendo, no mueve la cámara como se movía en esa película. Luego no es achacable a querer "liberar la cámara". NO, es una decisión estética marear al espectador para que éste sea consciente de que hay un director detrás. Y eso para mi es esteticismo.
De todas formas desconozco muchos de sus últimos films (me aburrí de él, me pareció un bluff, sobre todo a partir del "manifiesto"). Así que no sé si ahora ha tamizado esa obsesión suya por hacer visible al que narra.

PD: ésta me parece una conversación muy edificante