En efecto, ese es de los mejores momento de la película y es que es complejo el extrapolar ese sentimiento humano del amor, que es un ser imperfecto a una máquina y esa escena es doblemente emotiva. También me gustó mucho la parte de muchísimos años después y quizás no tanto lo del recurso de volver a retomar lo anterior pero sólo 24 horas.

Aún así una película magnífica que aunque sea ñoña como la que más, al que le gusta Spielberg le llega hasta dentro.