Creo que hay un concepto que se nos escapa: el espectáculo, la emoción, el creerte estar en el cine, llamadlo como queráis, pero si hablamos únicamente de distancia óptima para visionado óptimo, cuanto más pequeña sea la pantalla mejor. Yo estoy dispuesto a sacirficar una pequeña merma de calidad a favor de la sensación de espectáculo que da una pantalla grande. Creo que el equilibrio de los dos conceptos nos otorgará el máximo disfrute.
Y, desde este punto de vista, mi plasma (Pana 50PA 42), a partir de 2,5 metros es un espectáculo. Desde luego, si me voy al pasillo, a cinco metros, se ve de la hostia, pero para eso tengo la tele pequeña de la cocina.