Bueno, pues me animo, a raiz de la compra de unos estupendos B&W 601 S3 a través del foro, a mostraros el punto en el que está ahora mismo el salón de mi casa... sin antes contaros un poco de historia para que podais entender como he podido llegar a contruir lo que ahora mismo tengo:

Este recorrido comenza allá por los 80, cuando, sin tener aún mayoría de edad, empiezo a llenar mi habitación de cacharros para la escucha musical, pero siempre mirando de reojo eso que llamaban surround y que hacía furor en el cine con la película moonwalker del malogrado Michael Jackson.

Mi primer "pasaporte" a esto del sonido vino de la mano de un Pioneer PD-T505, y su curioso sistema de doble bandeja y doble carga de CD



Aún no tenía altavoces, y escuchaba música a través de los auriculares, hasta que me agencié unos altavoces de una minicadena sony, junto con unos pequeños satélites traseros y entré en el mundo de surround con el VSA-540 de Pioneer.



Era la era del sonido 4.0, con canales traseros monoaurales y de bajo rango dinámico, pero era un equipo con entradas S-VHS, y con ese pedazo de mando a distancia programable que era capaz de memorizar hasta los mandos a distancia de la apertura de los coches de la época... Este amplificador, como tantas cosas que he tenido, a día de hoy están en uso en manos de casi siempre amigos míos a quienes "dono" mis aparatitos cuando son "mejorados".

Completé el equipo con un Laserdisc CLD-1700, que visionaba al principio... ¡en un monitor de fosforo verde de un viejo commodore 64!



Cuando pude, me agencié una philips de 14" de tercera o cuarta mano, y como grandes recuerdos tengo el sonido de fondo del mar en Hook, los increibles efectos de sonido de la guerra de las galaxias en Laser-disc... historias de abuelo cebolleta, pero en aquella época, nada superaba a la calidad ni a la opulencia de un Laser Disc...