Ya hace bastantes páginas (tantas que no recuerdo ni aproximadamente en cuál, así que no voy a buscarla), en una de esas ocasiones en las que se estuvo hablando de los reflejos hice una reseña que parece ser que se nos ha olvidado: Tan importante es la luz directa que le da a la pantalla como la luz que nos ilumina a nosotros. Es decir, una ventana situada en una pared perpendicular a la tele quizás no ilumine la pantalla pero sí nos da luz a nosotros. Evidentemente en la pantalla no veremos el reflejo de esa ventana pero sí podemos ver perfectamente nuestro reflejo porque la ventana nos está iluminando a nosotros. Como muestra de lo que intento explicar: Yo dispongo que iluminación en el salón en el techo. Esos puntos de luz no se ven en la pantalla pero sí me iluminan a mí cuando estoy sentado en el sofá. Lo que veo en la pantalla no son los puntos de luz, sino mi careto iluminado por ellos. Lo mismo ocurre con una ventana que tengo enfrente del sofá y a espaldas de la tele.

Pues eso, que en estas circunstancias también refleja pero se puede soportar. No es lo mismo que cuando mis padres tenían mi D-450 en su casa donde sí tienen una ventana directamente enfrentada y no pudieron soportarlo, pero para ver una película en condiciones cuando es de día, tengo que bajar las persianas del salón. Por la noche es una delicia hacerlo, como ya hemos hablado también muchas veces.