Recomendando Series

Iniciado por rihval

Hablando de la novela, hubo librerías de la Guipuzkoa mas abertzale que ni la pusieron a la venta. Otras la vendían "de tapadillo". Aún así se vendió muy bien en Euskadi en general. De todas formas, este artículo https://www.naiz.eus/es/iritzia/arti...lla-del-relato digamos que es la opinión "oficial" del abertzalismo sobre el libro.

Un saludo

Interesante (y muy original) lectura la del enlace que pones. Un punto de vista muy sagaz e imaginativo en la que de entrada revela una de las grandes verdades ocultas de lo que se narra en el libro. Esto no es una historia de como el terrorismo afecta a toda una sociedad de diversas maneras, sino entre el constitucionalismo y el independentismo. Hasta para mi mismo que considero el nacionalismo uno de los grandes males de la historia me cuesta asimilar de forma tan lúcida como nuestro autor que el independentismo es lo mismo que el terrorismo.

Con el genio que le caracteriza se pregunta si algún independentista se reconocería en el retrato que se hace en la novela, desmontando de forma sencilla el maniqueísmo de Aramburu con tan simple premisa. Y es que es evidente que el relato de los que asesinaban, secuestraban, chantajeaban, daban palizas y los que miraban para otro lado mientras todo esto ocurría es imprescindible para entender la verdad. La verdad verdadera. De la misma forma que se nos ha escamoteado el relato de los fabricantes de crematorios y sus motivaciones reales y opiniones sinceras este hombre da con la clave del asunto; esto no es un problema de buenos y malos, esto es como un puzzle en el que cada uno tiene sus vivencias, sus sufrimientos y su “relato”. Claro que en ese puzzle faltan la piezas agujereadas por las balas, a las que echaron y a las que silenciaron.

Voy a ver otra vez las películas de Leni Riefenstahl para entender la verdad poliédrica del asunto, que seguro que hay algo que se me escapa.



Saludos

De la factoría Showtime (y disponible en Movistar) una miniserie de 6 episodios que se ven de una forma rápida y ligera, “La Ley de Comey”. Basada el libro que el propio James Comey escribio, director del FBI cesado (más bien despedido, “You are Fired) por Donald Trump a los pocos meses de alcanzar la presidencia en el año 2016. Narra los acontecimientos ocurridos unos pocos meses antes de las elecciones y tras la victoria de Trump donde se acumularon un serie de sucesos, como los de los correos de Hillary Clinton, las vinculaciones de Rusia con Trump y algunos miembros de su gabinete y otras tantas sospechas que aquí en Europa se percibió como un lío incomprensible y tremendamente confuso.

James Comey es un personaje cuasi cinematográfico, simpatizante de los republicanos pero con una ética de trabajo calvinista y de una moralidad impecable. Como si fuera un personaje surgido de una película de Capra, alguien entre James Stewart y Gary Cooper, obsesionado en mantener la independencia y credibilidad del FBI. Por momentos vilipendiado por todos y por momentos agasajado por todos. El choque entre la grosería institucional de Trump frente al neutralismo ideológico con el que Comey dirigía el FBI es el núcleo de esta serie.

La serie está desprovista de elementos dramáticos y teatrales para centrarse en los acontecimientos y la descripción de una de las maquinarias políticas más sofisticadas y perfectas que ha alumbrado el mundo civilizado. No es que se presente al FBI como el último baluarte de la defensa de las instituciones democrática de USA (que para eso está el poder judicial) pero de una tremenda relevancia en el juego político en una coyuntura incendiaria, las elecciones presidenciales y la investigación de delitos imputables al presidente de una nación.

Ante las acometidas furiosas de un presidente que desprecia todas las convenciones de buenas prácticas y se comporta como un matón de bar agudizando la delicada posición de Comey y de una institución zarandeada por los políticos de todo signo, la prensa y los mismos fiscales.

Una serie que tiene más interés didáctico que artístico pero que cualquiera que disfrute de la real-politik agradecerá.




Saludos

Iniciado por navone

Gambito de dama (Netflix), de entrada es dificil pensar que una serie sobre una jugadora de ajedrez pueda resultar interesante, pero lo es y mucho. Las dos actrices que desarrollan el personaje están excelentes, no sabría decir cuál me ha sorprendido más, si Beth de niña o de adulta. Un buen guión que sabe mantener el interés, incluso transmitir la tensión de las partidas, a lo largo de los siete capítulos, repito, en una serie sobre ajedrez y que incluso anima a verla del tirón.

Pd.: Me disculpen los amantes del ajedrez, cuando digo que resulta raro que esta serie sea tan atractiva me refiero al gran público, que no suele ver este juego como algo atractivo a priori. Mi padre era un gran jugador aunque yo no pase de saber los movimientos de cada pieza.

Gracias, tras tu comentario la busqué y me la he visto en tres días, muy buena recomendación.

Dejo un enlace comentarios sobre la serie por un ajedrecista

https://www.elconfidencial.com/telev...estro_2832152/

Pues ya tenemos de nuevo aquí a Reddington
Primer capítulo de la 8ª temporada de The Blacklist ya en antena en Movistar+. A ver como se desarrolla después del abrupto (e imaginativo) final de la 7ª temporada debido al coronavirus

Un saludo

Iniciado por rihval

Pues ya tenemos de nuevo aquí a Reddington
Primer capítulo de la 8ª temporada de The Blacklist ya en antena en Movistar+. A ver como se desarrolla después del abrupto (e imaginativo) final de la 7ª temporada debido al coronavirus

Un saludo

Yo he visto este fin de semana los dos primeros capítulos. Mientras los veía me daba la impresión de que esos capítulos deberían de haber sido los capítulos finales de la temporada 7, especialmente el capítulo 2. Tras ver que el tercer capítulo está previsto que se estrene a finales de enero, pues casi que confirma mis sospechas.

El capítulo 1 de la 8ª temporada no es intenso, sin embargo, el capítulo 2 está mucho mejor que el primero. Tras ver el segundo capítulo me sigo reafirmando en quien es realmente Reddington. Lo que no me está gustando es que los guionistas intentan engañarte vilmente. Por un lado te dejan caer pistas y esconden la mano luego, mostrando diálogos que no se a que vienen.

Iniciado por acatala

Te contestaba a una respuesta tuya a un post mío que hablaba de The Blacklist.

Si estabas pensando en Better Call Saul, efectivamente, en Movistar+ solo estan disponibles actualmente las temporadas 4 y 5, es decir, las dos últimas emitidas. Muy buena serie.

Yo también estoy con Prime Video y Movistar+ (además de Disney+ que me viene incluido con Movistar+). No me da la vida para más

Disney en Movistar? Entiendo que es un extra que pagas aparte, no?

Pues yo no conocía Modern Family, y he tragado de una atacada sus 11 años.
La Vergara, buff, no la conocía tampoco.
Me gustaba mucho Phil.

Iniciado por Hollenius

Disney en Movistar? Entiendo que es un extra que pagas aparte, no?

Mi paquete de Movistar+ incluye Disney+, pero creo que no todos los paquetes lo incluyen.

The Americans, a mi entender una de esas series que redefinen el medio y lo que se puede esperar de este formato. En mi lista particular figura entre las más grandes obras del medio televisivo aunque por alguna extraña razón no ha conseguido calar en el reconocimiento popular como otros grandes clásicos salvo en la crítica especializada.

Yo diría que comparte algunas características comunes y ciertos paralelismos con “The Wire” aunque lógicamente preservando la identidad de cada una de ellas. En primer lugar se trata de series que transcurren dentro de una cosmología temática inmensa y continuada, donde se representan hechos y acontecimientos sociales e históricos de gran transcendencia, estratificados desde lo particular y local hasta lo global. Sin llegar al nivel enciclopédico de tesis periodística de The Wire pero muy cercano. También es cierto que esta última tiene más elementos de fantasía y ficción que le hacen por un lado jugar con los hechos de forma más libre pero a la vez más arriesgada dramáticamente. Parece como si ambas historias (The Wire y The Americans) recorrieran caminos opuestos, la primera desde el grupo de personajes para explicar los mecanismos sociales y de poder y The Americans desde la confrontación global de ambos bloques en el tablero internacional (el soviético versus USA – comunismo frente a capitalismo) a lo personal e íntimo, dejando entre medias una meticulosa disección de los efectos de ambas sociedades en la familia, la amistad, los hijos, el matrimonio, la paternidad, las creencias e ideologías, el patriotismo, el compromiso, los conceptos de moralidad y bien común, la dicotomía entre los medios y los fines y en definitiva de como la vida real se impone sobre cualquier idea preconcebida.

Otro aspecto que encuentro muy similar es la forma de presentar la historia, tratando al espectador como un ser adulto e inteligente, evitando maniqueísmos y moralejas facilonas para que cada uno saque sus propias conclusiones. Al igual que en The Wire uno termina por comprender que todos (traficantes, políticos, policías, abogados y fiscales y ese largo etcétera de personajes que circulan por la serie) son parte del mismo sistema y tienen las mismas flaquezas morales y comportamientos delictivos pero también las conductas más nobles y generosas que es posible, incluso como sucede en la realidad alternando y simultaneando ambas. Pero ¡ojo!, sin esconder o dulcificar nada, en The Americans no se disimula los atroces acciones de los protagonistas, de hecho contiene algunas de las secuencias más brutales y duras que recuerdo haber visto.

Ambas series comparten también esa cualidad absorbente que te arrastra desde los primeros capítulos hasta el final de la serie como si estuvieras atrapado en la irresistible fuerza de la corriente de los rápidos de un rio. Esto solo es posible cuando dispones de un guion absolutamente prodigioso, como en el caso de estas obras. 6 Temporadas de 13 capítulos cada una de una hora, en la que se mantiene una tensión e intensidad incesante.

El argumento es un tanto esperpéntico si no fuera porque está basado en hechos reales, la inmersión de espías del KGB en la sociedad norteamericana rozando la ingeniería social. Parejas que han sido adiestradas desde jóvenes para formar familias indetectables en la sociedad USA. Aunque esto sucedió en la realidad en los 90 la serie está ambientada en los años 80´s. La serie ha sido creada por un tal Joel Wasenberg (un antiguo analista de la CIA) lo que fundamenta la credibilidad de las acciones de espionaje. Nada de Kung-Fu, cachivaches imposibles y súper agentes en misiones imposibles. Un arco argumental que recoge a Brenev, Carter, Reagan, Grobachov, el atentando a Reagan, Internet (Arpanet !!!), la guerra biológica, los aviones invisibles, la guerra de las galaxias de Reagan, el apoyo a los Muyahidines durante la ocupación rusa de Afganistán, el apoyo soviético a la CNA Sudafricana y a la guerrilla nicaragüense, el Cardenal Óscar Arnulfo Romero y un largo etcétera que llega hasta el colapso económico y social de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviética. Existe como es natural el proverbial pilla-pilla de los espías y el peluquín como un arma de penetración letal.
Indispensable para lograr el verismo de esta historia es el fantástico elenco de actores con que cuenta, un Matthew Rhys magistral con ese aspecto de hombre normal y en permanente turbulencia interior, su mujer (también en la vida real ¡!!), dotada de una personalidad y carácter casi indestructible, el agente de la CIA Beamon con una introversión rozando lo patológico y un grupo de secundarios sencillamente inmejorables.

La música está muy bien seleccionada, alternando canciones y temas bastante evidentes de la época junto a otros que denotan un buen gusto y conocimiento destacable. Especialmente memorable es la sintonía de la serie, una miniatura de un compositor llamado Nathan Barr que sintetiza la escuela clásica soviética con la rítmica norteamericana. No tan extraordinaria como la de la serie “Successión” pero con el mismo efecto, funciona a nivel psicológico como un resorte para ponerte en situación. También reseñables la cascada de imágenes de la presentación que funcionan como un mecanismo subliminal del contenido.




Saludos

Pues a mi me parece que el papelazo lo hace Keri Russell. Impresionante en sus dos registros de espía fría e implacable por un lado y a la vez de madre por el otro, sobre todo en las dos últimas temporadas.

Un saludo

Iniciado por Vanlose

The Americans, a mi entender una de esas series que redefinen el medio y lo que se puede esperar de este formato. En mi lista particular figura entre las más grandes obras del medio televisivo aunque por alguna extraña razón no ------------------------------------------

-----------------------------------------compositor llamado Nathan Barr que sintetiza la escuela clásica soviética con la rítmica norteamericana. No tan extraordinaria como la de la serie “Successión” pero con el mismo efecto, funciona a nivel psicológico como un resorte para ponerte en situación. También reseñables la cascada de imágenes de la presentación que funcionan como un mecanismo subliminal del contenido.

Saludos

Pues te agradezco el análisis de esta serie, llevaba tiempo con ella en el disparadero pero por un motivo u otro no acababa de ponerme con ella. Esta noche me lío la manta y le doy al play

The Americans es una muy buena serie que gana mucho al estar inspirada en casos reales.
Aparte de lo ya comentado es interesante que tambien en cierto modo cuestiona la especie de superioridad moral del mundo occidental sobre el bloque sovietico que se nos ha vendido siempre, cuando por ejemplo con Reagan no habia demasiado para dar lecciones a nadie.
No suaviza las cosas ni intenta dar lecciones o moralinas, cosa que se agradece, que cada cual saque sus conclusiones.

Lo unico que me chirria un poco desde el principio es el hecho de que entre todos los posibles lugares, casualmente vayan a ir a vivir justo enfrente del responsable de contraespionaje del pais. Y que no se les ocurra mudarse a otro sitio, teniendo en cuenta que han de salir a menudo de noche en peluquin, con las cosas escondidas en el garaje, el coche...

Iniciado por rihval

Pues a mi me parece que el papelazo lo hace Keri Russell. Impresionante en sus dos registros de espía fría e implacable por un lado y a la vez de madre por el otro, sobre todo en las dos últimas temporadas.

Un saludo

Todos están impresionantes. Keri es la auténtica macho alfa de la familia, una suerte de Lady Macbeth y Macbeth en un solo cuerpo aunque quizás su actuación hasta la dos últimas temporadas es más arquetípico de la super espía bella y fría como un Magnun de chocolate blanco. La verdad es que gran parte de la actuación de los personajes principales se centra en los silencios y las miradas, tanto ella como el agente Beeman son más hieráticos aunque todos son igual de herméticos. En cualquier caso mi descubrimiento personal es el de Matthew Rhys que me parece absolumente fabuloso pero ya se sabe que esto va en las preferencias de cada uno. Vi una vez por ahí un capítulo suelto de la serie Perry Mason de HBO y ya me llamó muchísimo la atención su forma de actuar.

Si yo hubiera participado en la serie lo habría hecho fatal, pero hubiera incluido el tema de Antonio Vega de "De seda y hierro", es puro Elizabeth Jennings (Mujer hecha de algodón, de seda, de hierro puro - Quisiera que mi mano fuera la mano que tallo - Tu pecho blando de material tan duro.)

Creo que ya estoy preparado para ver la del "Señor y Señora Smith" aunque no sé si la entenderé.

Saludos

Iniciado por navone

Pues te agradezco el análisis de esta serie, llevaba tiempo con ella en el disparadero pero por un motivo u otro no acababa de ponerme con ella. Esta noche me lío la manta y le doy al play

Seguro que te gusta aunque ya se sabe que las cosas que a uno le emocionan le hacen perder un poco de perspectiva. Es curioso, pero si uno se fija ambas series hablan de un mundo que ya no volverá o al menos la tecnología e internet han hecho que mucha de sus premisas argumentales hayan cambiado tanto que las narraciones no podría desarrollarse con los mismos elementos. The Wire ya toca de refilón las centrales telefónicas digitales en sus últimas temporadas pero el mundo de los espías creo que ya ha fenecido tal y como lo conocíamos. Internet, la telefonía móvil y la proliferación de cámaras, técnicas de reconocimiento facial y la aplicación de la llamada minería de datos masiva aplicando técnicas de inteligencia artificial ha cambiado el tablero de datos. Ahora un chaval en bermudas en Paquistán es capaz de hackear el Pentágono, Google o Airbus.

Un chiste soviético que aparece en la serie;

Una señora a un tendero; ¿Es aquí donde no tienen carne?
Respuesta del tendero: No señora, aquí es donde no tenemos pescado, donde no tienen carne es en la tienda de enfrente.

Saludos

Iniciado por Gromit

The Americans es una muy buena serie que gana mucho al estar inspirada en casos reales.
Aparte de lo ya comentado es interesante que tambien en cierto modo cuestiona la especie de superioridad moral del mundo occidental sobre el bloque sovietico que se nos ha vendido siempre, cuando por ejemplo con Reagan no habia demasiado para dar lecciones a nadie.
No suaviza las cosas ni intenta dar lecciones o moralinas, cosa que se agradece, que cada cual saque sus conclusiones.

Lo unico que me chirria un poco desde el principio es el hecho de que entre todos los posibles lugares, casualmente vayan a ir a vivir justo enfrente del responsable de contraespionaje del pais. Y que no se les ocurra mudarse a otro sitio, teniendo en cuenta que han de salir a menudo de noche en peluquin, con las cosas escondidas en el garaje, el coche...

Si, este tipo de series (al margen de la verosimilitud de lo que se cuenta) es para que cada uno saque sus propias conclusiones. Pero hay un elemento muy interesante que me parece poco discutible, esta serie se ha hecho por los USA. Sinceramente no creo que tal cosa hubiera sido posible en Rusia.

Aunque había leído cosas sobre ella no dejaba de darme pellizcos cuando comencé a verla, una serie norteamericana que convierte a dos espías del KGB en protagonistas (ya sea como héroes o antihéroes en función de cada uno) cometiendo atrocidades que a mi me parecen de las cosas más tremendas que he visto nunca, no tanto por la sanguinolencia sino por la dureza humana de lo que se muestra.

Saludos