Durante más de 20 años, España dispondría de un saldo neto exportador de gas y reduciría las importaciones nacionales de crudo un 20%. El impacto del desarrollo de la actividad en términos de empleo, supondría, para el escenario medio, una generación de puestos de trabajo directos e indirectos que superaría las 260.000 personas en el año de mayor impacto. Esta cifra llegaría en el escenario alto a los 755.000 empleos por la explotación de estos recursos fósiles.
Un caramelo desperdiciado en el país de la UE con menos sondeos realizados y que, según el Colegio de Desde el Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas, dispondría de 45 años de reservas de gas natural.
Cinco cuencas prospectivas, menos riesgo que una mina
España es un país semiexplorado en materia de hidrocarburos. Las principales áreas prospectivas son la Vasco-Cantábrica, Pirenaica, Ebro, Guadalquivir y Bética. En todas ellas ha habido actividad minera, lo que facilita su conocimiento. Sobre los riesgos sísmicos, el Colegio de Ingenieros de Minas indicó que los posibles temblores por el «fracking» eran «imposibles de ser apreciados a no ser por los geófonos próximos».