Yo he visto torear al el Cordobés (padre), a Palomo Linares, a Antonio Bienvenida, a Paco Camino, y al mejor de todos: el Viti.
Y he leído, y leo, cosas de toros, en Lorca y en Miguel Hernández, y en Hemingway, y en muchos otros.
Y me gusta o me gustaba esa jerga llamada lenguaje taurino, que cuando lo oyes parece el castellano mas auténtico.

Los toros son historia de este país, lo mismo que la Iglesia Católica. No hay nada mas español que la tauromaquia, y es obviamente, un arte, pues un buen torero es un artista, un artista que baila con la muerte.

Pero los tiempos cambian, o cambiamos las personas, y ya no es lo mismo, ahora veo un animal sufriendo, un herbívoro sometido durante un largo rato a un sufrimiento atroz, y la gente en la grada disfrutando o haciendo como que disfruta, de "postureo", porque la mayoría no sabe ni lo que esta viendo. Ver como se mata a un animal indefenso con una muerte lenta, cruel y dolorosa.

La tauromaquia está condenada a desaparecer, pues es un espectáculo bárbaro y sangriento, un anacronismo, pero prohibirla es una idiotez. Desaparecerá cuando a nadie le interese. Cuando deje de ser rentable. Y seguirá siendo cosa tan española y tan cultura como siempre ha sido. Las cosas, las costumbres, las tradiciones, pueden cambiar, adaptarse, desparecer, pero no se pueden borrar de la historia, como pretenderían algunos modernos talibanes.