Eso es un equipo y no los de ahora, nótese cierto modo irónico chicos, pero esa obsolescencia la ha traído, la trae y la seguirá trayendo para siempre las conexiones digitales HDMI.
Las digitales como coaxiales y ópticas supongo que en menor medida diferirán de las de un equipo de cierto tiempo a otro actual.
Y esos puertos HDMI resultando tres en dicho equipo según foto seguramente se tarten de 1.3 o aproximadas. Hoy día la evolución de un procesador como el AV20 también quedará obsoleto en bastante menor tiempo que esta bestia de más de cuarenta kilos. Más que nada porque tras el 2.1 ya está leyéndose sobre el 2.2 o peor incluso todavía el GPMI.
¿De qué me va a servir un aparato que cueste lo que cueste si en breve en vídeo ya no alcanzará los nuevos niveles técnicos.
Podrían montarse módulos a sustituir como monta Nad, aunque a la venta jamás he visto alguna referencia a ello. Claro, tampoco les interesa aunque el módulo cueste lo suyo frente a los 2.000 o 3.000 euros como equivalente si no más al actual T778 como sustituto por el simple hecho de poseer la norma 2.1.
De ahí en estéreo muchos sibaritas desean equipos de órdago de tan solo dos canales y unos majestuoso altavoces, lo que traducido para nosotros y quien quiera o pueda permitírselo aparte de esos 11.000 euros de Marantz como es el caso de los aparatos que estamos tratando conlleva posteriormente aparte de esos dos más que exhuberantes canales izquierdo y derecho al menos un central en consonancia, uno o dos subs que también estén a la altura y luego quien desee algo básico dos canales traseros, no hablemos ya quienes quieran cuatro o más Atmos.
¿A cuánto ascendería el presupuesto calculando por cifras irrisoriamente bajas, unos 30.000/40.000 euros? Como digo me quedo corto, estaría en torno seguramente cercanas a los 100.000 euros.
De ahí como caso particular me quedo contento con mis tres equipos y sin estar totalmente homogéneos como canales traseros dos de ellos. Tampoco al 100% el más equilibrado, y sumando ambos con productos tanto nuevos como de segunda la cifra resultante no la quiero ni pensar.