En manos del gobierno está tomar las medidas necesarias para que, de forma más o menos indirecta, se influya en esos precios.
Esto es el ABC de la tarea de gobernar.
El problema que enfrentamos es que, medida que toma el gobierno (por ejemplo, los 20 céntimos), medida que fracasa. Y se ahonda la impresión de impotencia, desconfianza, incompetencia,... que desprende.