Es verdad eso que dices, salme. Y te quedas corto, pues todas las protestas, justas o no, las padecemos.
Pero, en honor a la verdad he de reconocer que la capital, también tiene sus ventajas, dado que aquí están todos los organismos públicos o al menos una delegación y la ciudad en la que vives, se convierte en un centro neurálgico para casi todo. Eso sí, no tenemos mar, ahí los valencianos, barceloneses, etc. nos dan un buen repaso.