Vas conduciendo (tú no, cualquiera) y te "hostias" con el coche (un reventón, una distracción, un conductor borracho que choca contigo, lo que sea). Sales vivo, pero maltrecho. Tu pierna derecha ha resultado gravísimamente dañada.
Caso A: Te llevan al hospital público X. Los médicos de urgencias te reciben, hacen una primera valoración y encargan toda una batería de pruebas. No has perdido la consciencia, buena señal. Te hacen un TAC y parece ser que no hay daños cerebrales. La caja torácica está intacta a pesar del golpe. No hay lesiones renales o hepáticas, no tienes pérdida de sensibilidad, la columna está intacta, no hay bajada de presión arterial ni señal alguna de lesiones internas y/o hemorragias. Bueno todo eso parece estar bien, Vamos a operar inmediatamente esa pierna, puesto que es lo más urgente.
La exploración arroja varias fracturas graves, con rotura de vasos sanguíneos e importantes daños a lo largo de las diferentes estructuras musculares, provocadas por los huesos rotos (que cortan como cuchillos). Hay que detener la hemorragia lo antes posible, tratar de reducir las fracturas, etc. Vas a salir de la mesa de quirófano lleno de clavos y placas.
Y esto solo es el primer paso. No cabe duda que a esta primera operación (en la que los cirujanos harán lo que buenamente puedan) le seguirán unas cuantas más, para seguir arreglando destrozos, que hay muchos.
Después empezará la rehabilitación, que durará meses. Puede que incluso tengas nuevos episodios de cirugía menor, porque seguro que surgirán pequeños problemas con el tiempo. Tendrás que ser consciente de que será un camino duro y arduo, pero entre tu fuerza de voluntad y los desvelos de los médicos y posteriormente fisioterapeutas y rehabilitadores, seguro que vuelves a caminar.
Ya veremos cómo quedas, puesto que el estado en el que entra tu pierna al quirófano es catastrófico. Pero no te quepa duda, sufrido paciente, de que todo aquello que sea necesario, tanto a nivel humano como médico, estará puesto a disposición única y exclusivamente de tu salud y restablecimiento.
Caso B: Te llevan al hospital privado (o "público" con gestión privada) X. Los médicos de urgencias te reciben, hacen una primera valoración y encargan toda una batería de pruebas. No has perdido la consciencia, buena señal. Te hacen un TAC y parece ser que no hay daños cerebrales. La caja torácica está intacta a pesar del golpe. No hay lesiones renales o hepáticas, no tienes pérdida de sensibilidad, la columna está intacta, no hay bajada de presión arterial ni señal alguna de lesiones internas y/o hemorragias. Bueno todo eso parece estar bien, Vamos a operar inmediatamente esa pierna, puesto que es lo más urgente.
La exploración arroja varias fracturas graves, con rotura de vasos sanguíneos e importantes daños a lo largo de las diferentes estructuras musculares, provocadas por los huesos rotos (que cortan como cuchillos)... demasiado complicado.
Te amputan la pierna por encima de la rodilla. Le explican a tu familia que los daños eran demasiado graves y era la única solución. Cuando despiertas en la UCI, te dicen lo mismo. La pierna no podía salvarse, pero tienes suerte de estar vivo, etc.
Una vez te recuperas de la operación y el muñón ha cicatrizado, constatas que tu seguro privado no cubre prótesis, y que si quieres pierna ortopédica, que sale por unos 18.000 €, más te vale ir pidiendo un crédito. Es probable incluso que tu propia compañía aseguradora médica pueda gestionarte un préstamo personal, a unos intereses razonables del 12% y unos plazos de pago verdaderamente cómodos...
Por cierto, dentro de unos meses te llegará una carta en la que tu aseguradora te informará de que se niega en redondo a renovarte la póliza. Este año tú, como cliente, les has salido poco rentable.
Se despedirán, eso sí, deseándote lo mejor y agradeciendo los años de relación comercial de los que habéis "disfrutado".
Saludos.