También hay muchos economistas que afirman que subir el salario mínimo, produce exactamente los efectos contrarios.
En el acuerdo, además de una serie de brindis al Sol, se recogen medidas concretas que se pueden cuantificar aproximadamente, tanto por el lado del gasto, como de los ingresos.
Naturalmente, es discutible si las medidas de gasto son acertadas: gastar (y consolidar el gasto para los siguientes ejercicios) 704 millones de Euros extra en pagar pensiones actualizadas al IPC; gastar 384 millones de Euros en subir un 3% las pensiones mínimas y no contributivas; 586 millones extra en Educación para becas y material escolar; 830 millones en Dependencia; 250 millones extra en viviendas sociales; 205 millones extra en pobreza infantil; 273 millones extra en I+D...
En fin, que no vamos a gastar esos recursos extra en comprar armas, o en rescatar algún banco que todavía necesite que consolidemos sus deudas entre todos los contribuyentes... Por supuesto, son posibles otras opciones. Por ejemplo, el señor Casado dice que lo lógico es encontrar todo el dinero que podamos, e invertirlo en reducir la deuda pública, que roza el 100% del PIB. Es una propuesta, que se puede desarrollar. Eso sí, sin perder de vista que antes de la crisis estábamos en niveles del 60%, y que ha aumentado tanto a través, en buena parte, de decisiones políticas, como el rescate a la banca. El señor Casado puede ir a los ciudadanos y explicarles que, en lugar de gastar 1500 millones en pagar mejores pensiones (es un ejemplo), vamos a coger esos 1500 millones y amortizar deuda. No es irracional, pero se debe someter al debate público, así, con esa claridad, y que los ciudadanos decidan.
En la línea de los ingresos, la verdad es que me resulta difícil que se pueda estar en contra de medidas como:
>> Tipo mínimo de sociedades al 15%, para empresas cuyo importe neto de la cifra de negocios sea igual o superior a 20 millones de euros
>> Que dividendos y plusvalías generados en el exterior tributen... ¡al 5%!.
>> Gravar con un 0,2% las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por operadores del sector financiero... ¡para empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de Euros!. Y eso, sin incluir ni deuda, ni sus derivados.
>> Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales... ¡al 3% y a empresas con ingresos anuales totales mundiales de al menos 750 millones € y con ingresosen España superiores a los 3 millones €!.
>> Se incrementan dos puntos los tipos impositivos sobre la base general para los contribuyentes que tengan rentas superiores a
130.000 euros y cuatro puntos para la parte que exceda de
300.000 euros. El tipo estatal sobre las rentas del capital se incrementará en 4 puntos porcentuales para dichas rentas superiores a
140.000 euros
>> incrementar el 1% en el Impuesto de Patrimonio a las fortunas de más de ¡10 millones de euros!.
El señor Casado, o el señor Rivera, deben explicar, por ejemplo, porque no quieren subir el 1% de Patrimonio a las fortunas de más de 10 millones de Euros. Dirán que es poco dinero, que está gravado dos veces, etc, etc... Pero, en realidad, están haciendo el papel inverso al de Robin Hood, transfiriendo renta y riqueza de gran parte de la población, especialmente de las clases populares, al 10%, y especialmente al 1%, de los españoles que disfrutan de una mayor riqueza. Así ha crecido la desigualdad de forma espectacular (no sólo en España, pero en España más que en otros países europeos); tratar de frenar e invertir esa tendencia, me parece un propósito loable.