Pues lo que suele ocurrir casi siempre es que los "mandamales" acaban repartiendo el pastel entre sus afines, en connivencia con la "feroz oposición": tanto para tus amigos y tanto para los míos. Los que están hoy en el poder saben que mañana van a estar en la oposición, y no les conviene estar a mal con la actual oposición, que serán los que mañana estén en el poder. En el fondo, la historia se repite una y otra vez. Las voces discrepantes y críticas no interesan, si no, mira cómo se hace el reparto de frecuencias radiofónicas.