Se necesita crear gamas altas aunque no aporten nada significativo. La tecnología está demasiado barata. Antes un TV de plasma valía un millón de pesetas y ahora lo puedes comprar por 400€. Siempre hay consumidores a los que les sobra la pasta y nunca comprarán nada de 4 si ya lo hay de 8. Por no hablar de la promoción que se le hace al resto de productos de la marca al pasar a considerarse puntera.