Por cierto, nunca me pareció que ZP fuera un progre tonto, a pesar de ser exactamente esa la imagen que quiere dar. Es una persona sin preparación, sí, pero henchida de odio, sectaria, sin escrúpulos y con ideas radicales y un planteamiento claro de cómo llevarlas a cabo. Un amigo mío de Madrid dice que va de hippie radical ...
En fin, no deja de ser sintomático que la negociación con la ETA la haya llevado el presidente del PSE de Gipuzkoa, el partido de los derechos de las mujeres, condenado en sentencia firme por malos tratos.