Ya sabes que es recíproco, siempre es instructivo confrontar diferentes puntos de vista. En el caso de la sanidad española lo que de verdad es fascinante no es que sea de una elevada calidad, sino lo eficiente que ha llegado a ser siendo un modelo puramente público. Es un atributo realmente desconcertante ya que lo público no suele tenerlo, principalmente porque la naturaleza del estado no es la de ofrecer beneficios competitivos industriales. Ya he comentado que no tengo nada contra modelos mixtos cuando puedan ser contrastados con la experiencia real, el problema real es que no puedes establecer un modelo y cambiarlo cada pocos años porque son diseños estructurales de tal envergadura y con tantas relaciones con las regulaciones laborales, impositivas y normativas que una vez que seleccionas uno es mejor perseverar hasta obtener los resultados esperados. Estamos hablando de procesos que en muchos casos duran decenios para empezar a obtener frutos consolidados. Uno de los principales problemas para la privatización de ciertos servicios en España es que el sector privado le cuesta llegar a esos niveles de calidad a un coste competitivo con los que tiene el sistema público. El sistema Alemán que se fundamenta en el sector privado para la asistencia es muy bueno, pero el coste es comparativamente altísimo.
Aunque es imposible prescindir de la ideología intento que no me afecte a la razón y por eso es tan importante contrastar los resultados alcanzados en la vida real. Por ejemplo, cuando escuchas eso de que las empresas privadas se forran con los hospitales, las residencias o vendiendo jeringuillas te das cuenta que es un enfoque puramente ideológico que no se fundamenta en lo realmente importante, lo cual a mi parecer no es cuanto ganan los proveedores de servicios sino la satisfacción del servicio prestado. ¿Qué lo mismo da estar en un hospital de una empresa que uno público si la atención médica y asistencial es de la misma calidad?, muchas veces parece que es más importante que los otros no ganen dinero a que tengas un buen servicio. En este caso mi límite ideológico es que la sanidad sea de carácter universal y gratuita, no tengo problemas en que alguien quiera ser tratado en una clínica privada porque desea una mejor habitación, un tratamiento mucho más personalizado u otra consideración. Naturalmente ese coste extra no debería ser imputado al sistema público.
Es lo mismo en otras áreas como la educación. En general hay excelentes ejemplos de ambos sistemas en varios países. Quizás el modelo USA es el más singular y el que requiere un análisis más específico. Como es frecuente en USA, que es un país en muchos aspectos - sobre todo sociales - fascinante, en algunos casos se mueven en la excelencia y en otros en lo atroz (en los que yo incluiría el sistema sanitario y la venta de armas a la población), pero eso es otra discusión.
Saludos