Tuve durante algún tiempo la desgracia de tener un vecino que estaba aprendiendo a tocar el violín .
Al principio, mi hermano y yo nos partíamos el culo al oírlo pero pasado un rato, os aseguro que eso era una tortura incompatible con la Declaración Universal de los Derechos Humanos . ¡¡Qué horror!!
Un instrumento de esos de cuerda mal tocado llega a alterar los nervios . Un cello con mala hostia, suena como una puerta con las bisagras oxidadas que pide a gritos un 3 en 1 . Y tiene que sonar así .
Cualquier suavización de ese sonido, será más agradable de oír, sin duda, pero no será real .
Y por cierto, el disco del Cello que menciono es cojonudo para pillar en bragas a una caja (pertenece a un corte de un disco de pruebas de sonido de Acoustic Research International producido por la catalana Discos Ensayo)
Saludos .