Según publicó 'La Razón' no fueron los TEDAX quienes analizaron el rastro de explosivo hallado en la furgoneta llevada de Alcalá de Henares a Canillas, sino que lo hicieron especialistas de la fábrica de explosivos Unión Española de Explosivos.
La muestra de la furgoneta no fue analizada por los TEDAX, sino por especialistas de la empresa Unión Española de Explosivos, uno de cuyos dirigentes fue alto cargo de los servicios secretos con el PSOE.
Según ha publicado hoy [13-07-2004] La Razón, no fueron los TEDAX quienes analizaron el rastro de explosivo hallado en la furgoneta llevada de Alcalá de Henares a Canillas, sino que lo hicieron especialistas de la fábrica de explosivos Unión Española de Explosivos. Uno de los directivos de esta empresa es Jesús del Olmo, que fue secretario general de CESID (antiguo nombre de los servicios secretos) con Felipe González. Como secretario general de este organismo, Jesús del Olmo fue hombre de confianza del entonces ministro de Defensa, Narcis Serra, que fue el organizador de un sistema de espionaje y escuchas telefónicas ilegales a personalidades públicas, periodistas, políticos, empresarios e incluso al propio Rey. Por causas oscuras relacionadas con la ocupación partidista de la Justicia por parte del gobierno socialista, ni el actual directivo de UEE ni Narcis Serra fueron condenados.
Jesús del Olmo también estuvo implicado en las negociaciones ocultas del caso Banesto, en nombre de Felipe González: el abogado de Mario Conde, Jesús Santaella, declaró en 1995 que Felipe González le reconoció que la intervención de Banesto fue "un error" y le ofreció buscar soluciones, incluso compensaciones económicas para el ex presidente de Banesto. El presidente del Gobierno envió como interlocutores en estas conversaciones con el entorno de Conde a José Enrique Serrano (actual director de Gabinete de Zapatero, y que ocupó el mismo cargo con Felipe González) y al entonces secretario general del CESID, JESÚS DEL OLMO.
Cuando era ministro, el socialista García Vargas, promovió irregularmente a Jesús del Olmo al puesto de general. El 16 de enero de 1988, el Tribunal Supremo anuló el ascenso.
Además de la extraña peritación citada al principio de esta noticia, que para los legos se sale completamente fuera de LAS INVESTIGACIONES OFICIALES QUE SÓLO PUEDEN REALIZAR LOS ESTAMENTOS POLICIALES, La Unión Española de Explosivos puede estar relacionada con el 11-M de otra manera distinta, cuya tangencialidad o estrecha implicación sólo pueden ser determinadas tras la necesaria investigación. En el auto de 18 de junio del juez Del Olmo se explican numerosos detalles del viaje que Jamal Ahmidan "El Chino" y otros dos marroquíes realizaron a Asturias el fin de semana del 28 y 29 de febrero para, supuestamente, recoger unos 200 kg de dinamita facilitada por Emilio Suárez Trashorras. En concreto, se detalla el trayecto seguido a la ida y a la vuelta del viaje, trayecto que se ha podido reconstruir gracias al seguimiento del paso de los teléfonos móviles por las distintas torres de telefonía celular. Esos datos proporcionados por la operadora telefónica nos permiten saber dónde estaban los marroquíes en cada momento de esos dos días fatídicos.
Sabemos así que los marroquíes salieron de Madrid el día 28 a las 12 de la mañana en un VW Golf propiedad de El Chino. Tomaron la autopista de La Coruña (A-6) hasta Benavente (Zamora), de allí la nacional N-630 hasta Onzonilla (León, a 3 km de León capital), luego la autopista A-66 hasta Oviedo (Asturias) y después la A-8 hasta Avilés (Asturias), adonde llegaron a las 5 menos cuarto de la tarde. Se trata del camino más recto, cómodo, rápido y lógico para ir de Madrid a Avilés.
Sin embargo, el viaje de vuelta no fue tan corto, ni tan rápido, ni tan fácil. Parece absurdo, pero evidentemente tiene que haber una explicación: los marroquíes volvieron por otro camino, más largo, ilógico y difícil. Para empezar, los días 28 y 29 de febrero cayeron unas grandes nevadas en toda la mitad norte de la Península y especialmente en Burgos (donde 3.000 personas quedaron atrapadas por la nieve en una autopista) y en el País Vasco (donde el gobierno vasco tuvo que prohibir la circulación de camiones). En concreto, el día 28 de febrero la Dirección General de Tráfico desaconsejaba viajar y comunicaba que estaban cerrados numerosos puertos y que se aconsejaba el uso de cadenas en otros muchos, entre ellos EL PUERTO DEL ESCUDO.
Precisamente los marroquíes, en vez de volver por la misma ruta, regresaron PASANDO POR EL PUERTO DEL ESCUDO Y LA PROVINCIA DE BURGOS, arrostrando la nevada, la menor calidad de las carreteras y la pérdida de tiempo. Esto último es muy importante, porque supondría más tiempo de exposición al peligro de que un control policial descubriera los explosivos... SI ES QUE REALMENTE LOS HUBIERAN LLEVADO DESDE SU PARTIDA DE AVILÉS. El día 29 de febrero, los tres marroquíes salieron aproximadamente a las 13:00 de Avilés, llevando dos coches: el VW Golf de El Chino y un Toyota Corolla propiedad de Emilio Suárez. Pero, en lugar de volver por donde habían venido, se dirigen por la carretera de la costa hacia Torrelavega y allí cogen la nacional N-623 que baja hasta Burgos, pasando por el Puerto del Escudo. En Burgos, enlazaron con la autopista A-1 y siguieron hasta Madrid, adonde llegaron a eso de las 7 de la tarde.
Según el auto de 18 de junio del Juez Del Olmo, que relata las localizaciones de los tres marroquíes a lo largo del tiempo el día 29 de febrero, gracias a la ubicación de las torres de telefonía celular que recogían el paso de sus teléfonos móviles, sabemos que EL COCHE DEL CHINO PASÓ (EN EL CAMINO DE VUELTA HACIA MADRID) POR DELANTE DE LA FÁBRICA DE EXPLOSIVOS SITUADA EN PÁRAMO DE MASA (BURGOS).