"Alas, I am dying beyond my means", decía Oscar Wilde mientras bebía champagne en su lecho de muerte.
Con menos estilo, pero convencido de estar en lo cierto, predice el ministro Garzón que España debe cambiar sus hábitos alimentarios y reducir significativamente el consumo de carne, o afrontar un destino terrible. Y, efectivamente, es un punto que se menciona en la Agenda 2050, por lo que la intervención del Ministro de Agricultura y del presidente es un tanto cínica.
Personalmente, me es indiferente. Al contrario que al señor Sánchez, a mí no me gusta el chuletón.
Pero si es conveniente no dar mensajes contradictorios, en la medida de lo posible.