Ah, filibustera, ya decía yo que mucho tardabáis en mofaros de este noble caballero .
A punto estuve el día de autos en ensartar con mi espada al representante del clero . Fue tanta la ira que su ignorancia me supuso, que desenvainé con tanta presteza y fiereza la espada que llevose con ella el cinturón y las calzas, quedando las partes pudendas a la vista de toda la multitud .
Al pronto, hubieron caras de admiración, sin duda al contemplar el inmenso tamaño de mi verga
. Pero, a continuación, todo tornóse en risas, befas y escarnio hacia mi persona, ya que me había puesto por error las braguitas rosas de la muxer con la que tuve ayuntamiento carnal la noche anterior .
No obstante, rápida y felinamente salté sobre el escribiente que hacía tallas y óleos en tiempo record con un artefacto que parecía de brujería que tenía una inscripción en altorelieve que decía
Camrecorder y que los invitados dcían no sé qué de video y destruí cualquier vestigio de tanlamentable suceso .
Pero vos, bruja luceferil, no habéis dudado en recordar tan fasto episodio .
Eso, eso, cambiemos de tema