Artículo 6.1 del Estatuto de Gernika:
"Art. 6. 1. El Euskera, lengua propia del Pueblo Vasco, tendrá, como el castellano, carácter de lengua oficial en Euskadi, y todos sus habitantes tienen el derecho a conocer y usar ambas lenguas."
Es decir, en mi vida privada uso el idioma que quiera, para eso no hace falta ninguna ley. Ya hubo un momento en el que el euskera no se podía hablar ni en tu casa, pero ahora con mi familia, amigos, etc., puedo hablar el idioma que más me apetezca.
Por otra parte, también tengo el derecho de emplearlo ante la administración pública, ya que el euskera, como podéis leer, es lengua oficial. Otra cosa es que vaya a una tienda, hable en euskera y no me entiendan. Entonces puedo decidir hablar en castellano o no comprar ahí, pero esta cuestión entra dentro de la libertad de opción de cada persona. En cambio, con el tema de los médicos actualmente estoy obligado a emplear el castellano, no tengo otra opción, pese a que estamos hablando de un funcionario público.
En cuanto a las oposiciones para médico se bareman así: experiencia profesional 45 puntos, formación académica 15 puntos, conocimientos de euskera 16 puntos. Por mucho que sepas euskera, si no tienes experiencia profesional (que es como realmente se aprende), no sacas la plaza. La experiencia profesional la da haber trabajado para el Servicio Vasco de Salud o en cualquier otro de una comunidad autónoma, para lo que no es necesario saber euskera. Esta baremación implica que a igualdad de méritos se escoja al que sabe euskera porque hasta ahora hay un déficit de médicos que dominen esta lengua. De todos modos, creo que a un médico muy listo y muy preparado no le cuesta nada dedicar un poco de su tiempo a adquirir unas nociones de esta lengua. De hecho, yo incluso me conformaría con poder hablarle en euskera sobre el tiempo y que la consulta la hiciésemos en castellano, pero hoy en día no es posible ni eso.
Muchos de vosotros consideráis un capricho que queramos hablar en euskera. Posiblemente, como no os habéis encontrado nunca en esta situación, es muy complicado entender por qué hay personas que sí reivindiquemos nuestro derecho a hacerlo. No es cuestión de nacionalismos, sólo del derecho de emplear con normalidad una lengua oficial. El que no quiera aprender euskera que no lo haga, pero luego no puede pretender trabajar como funcionario público.